El ritmo de Netflix es frenético. No has terminado de ver una serie cuando ya tienes 30 opciones más disponibles. Entre tanto material destaca una joyita inglesa:
Sex Education, una serie adolescente muy adulta.
El hijo de una famosa sexóloga, Otis, esconde un trauma sexual y, sin embargo, demuestra una maravillosa capacidad para empatizar con los problemas sexuales y de relación de sus compañeros de instituto. La outsider de clase se da cuenta de esto y le convence para ganar dinero con un “consultorio” sexual para adolescentes.
Es una historia con multitud de personajes y con multitud de problemas sexuales. Como contrapunto a series como “Riverdale” o “Élite”, que nos presentan a jóvenes muy seguros de su sexualidad y de sus físicos, tanto o más que los adultos. Sex Education, no trata a los adolescentes como superhéroes sexuales que ya están de vuelta de todo. Nos los muestra como seres torpes que intentan darle sentido a sus cuerpos y a sus sentimientos. No comprenden muy bien qué les pasa y por qué no se adaptan a los cánones que les ofrecen los medios y las redes sociales, que son sus mayores guías.
Tiene ese tono que tan bien manejan los ingleses, entre lo ridículo y lo tierno, entre lo cómico y lo dramático, humanizando a sus personajes tanto que cualquiera se puede sentir identificado con alguno de ellos. Pasas de reírte a sentir compasión, de sentir vergüenza ajena a emocionarte y sonreír. Cada uno tiene un drama personal, algunos muy duros, pero todos tienen una gran capacidad de superación, todos luchan por salir victoriosos. Es un canto de optimismo en el que se habla y se muestra el sexo sin tapujos, sin adornos y sin fuegos artificiales pero se da una visión positiva, invitándonos a conocernos y a disfrutarnos.
El casting es inmejorable, liderado por un trío protagonista que encabeza el niño de “Hugo” que ya ha crecido, Asa Butterfield. Entre los adultos destaca, Gillian Anderson que está maravillosa como esa célebre sexóloga que no siempre tiene respuesta para todo. Y todos los secundarios, TODOS, que cuanto más frikis son y más defectos tienen, más te enamoras de ellos.
Sex Education no defrauda, se ve de un tirón, divierte, emociona, te hace pensar y te va a demostrar que por muy bicho raro que te sientas, en el fondo sólo eres uno más.
Post by Juan Muriel @DonJuanmu ( IG )
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